Durante una tormenta solar del 7 de marzo, el Telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA detectó una gran luz jamás
antes asociada a una explosión de rayos X de erupción solar. Fue
históricamente el mayor rayo gamma registrado por el Sol, con más de 100
millones de electrovolts (MeV), según el reporte de Fermi. |
El pico de la llamarada fue de 2 billones de veces la energía de luz visible, o bien alrededor de 4 billones de electrovoltios (GeV), un récord nunca detectado durante o después de una erupción solar.
Fue un flujo de rayos gamma equivalente a más de 100 millones de
electrovoltios (100 MeV), lo que equivale a 1000 veces la liberación de
rayos gamma normales basales del Sol.
Otra de las notables características, es que esta elevada energía se
registró por 20 horas, los que significa un período de más de 2 veces y
media, lo registrado históricamente.
La explosión de Rayos X del 7 de marzo fue de una magnitud X5.4, en una escala entre A,B,C,M, en que X que es la más fuerte.
Hasta el momento, en cuatro años de investigaciones, según el astrofísico de la Universidad de California, Nicola Omodei, el Sol presentaba
solo débiles y estables fuentes de rayos Gamma.
“Ahora podemos ver lo que el Sol es capaz de hacer”, describe Omodei en la 220ava reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Anchorage, Alaska.
El equipo de Fermi revisa el cielo cada 3 horas buscando rayos gamma con rangos de energía sobre los 20 MeV hasta 300 MeV.
Con un segundo instrumento el Monitor de Rayos Gamma (GBM), detecta
energías más débiles de 8.000 eV hasta 40 MeV, que son rangos de energía
que detectan fenómenos muy interesantes de observar en el cielo
espacial, informa la NASA.
Con ambos equipos el 12 de junio 2010, Fermi registró un fuerte rayo
gamma, pero mucho menor que el observado el 7 de marzo 2012.
La imagen de Fermi, muestra la poderosa llamarada de rayos gamma
detectada el 7 de marzo, cuya medición indica que es mayor de 100
millones e electrovoltios (MeV), mil veces más de su liberación
habitual. Al otro lado se observa la fuente de rayos de la estrella
pulsar Vela.
Una tormenta geomagnética solar desde las 19:00 hora UTC con un impacto principalmente en los polos y en las latitudes hasta los 65 grados.
La magnituda de esta tormenta geomagnética puede provocar fluctuaciones de la red eléctrica y desplegar auroras en localidades de Canadá y Alaska, informa el Centro de Predicción Espacial del Servicio Atmosférico y Oceanográfico de Estados Unidos (NOAA).
Los iones del viento solar, al chocar con el campo magnético de la Tierra, cambian de polaridad, desplegando en el cielo nocturno bellas escenas de auroras boreales y australes.
Cuando las tormentas geomagnéticas son de gran magnitud, la extensión de las auroras puede llegar a bajas latitudes y paralelamnte provocar serios trastornos en la red energética.
Desde el 6 de junio elevados flujos de electrones de 2MeV
provenientes del Sol superan hasta 10 veces el nivel límite de alerta de
1.000 pfu. Estos flujos son un potencial riesgo para los sistemas de
los satélites, según informa NOAA.
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