“El universo suena y cada persona tiene un sonido” El universo es una
caja de música, pues está construida en proporciones equivalentes a los
intervalos de la octava musical”. Dijo Einstein, violinista y
matemático: “Sólo quiero conocer a Dios; lo demás son detalles”. Y se
puso a tañer con fórmulas la música del universo. La vida es vibración.
Toda vibración es sónica. El universo suena! Pitágoras (siglo VI a.C.)
habló de la “música de las esferas” Pitágoras tenía afinada la
percepción de esta realidad cósmica vibrante que hoy la tecnociencia nos
confirma. Los compositores de música más inspirados (Bach, Mozart,
Beethoven…) son personas capaces de conectar con los inmanentes y
eternos sonidos del cosmos. La música no la inventó el hombre: ¡existe
desde siempre! Toda música está aquí: se trata de captarla y plasmarla.
“Dame una cuerda y te explicaré el universo”, proclamó Pitágoras: la
vibración es función proporcional del segmento de cuerda… Música,
matemáticas, geometría… Nuestra armonía interna responde a proporciones
matemáticas, igual que el Kosmos. Restablezcámolas y la energía fluirá:
conectaremos con nuestra emoción y sonaremos como un instrumento
afinado… La música es un religare: ¡un sendero para conectar con el
Absoluto! Esto lo podemos sentir todos.. Somos música, todos tenemos un
sonido propio, que a través del cuerpo podemos hallarlo: estaremos
entonces tocando el alma. Y entonces resonaremoss a coro con el
universo... Todos somos compositores, instrumentos y músicos y cada día
vamos añadiendo una nota a esta maravillosa melodía que canta el
universo. (Sol del Sur) |