Para un país que tenía la tasa de suicidios más baja en el mundo, el
aumento en el número de estos casos en medio de una crisis capitalista
sin precedentes tiene impactada y consternada a la nación mediterránea
antes de las elecciones del 6 de mayo.
Pero la muerte del farmacéutico Dimitris Christoulas, que se pegó un
tiro en la cabeza en una esquina del centro de Atenas a causa de la
pobreza generada por los recortes sociales aplicados por el gobierno
griego bajo presión del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión
Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE), generó enorme
consternación entre la sociedad. Antes de dispararse -a la hora más ajetreada de la mañana del 4 de
abril en la Plaza Syntagma y frente al edificio del Parlamento griego-
el jubilado de 77 años se dio el tiempo de escribir una nota:
“No veo otra solución que este final dignificado para mi vida para no
encontrarme buscando en latas de basura para subsistir”, escribió
Christoulas, que desde entonces se ha convertido en símbolo de la lucha
popular contra las medidas neoliberales que están afligiendo a millones
de ciudadanos y ciudadanas.
Desde entonces, los medios griegos han reportado suicidios similares
casi a diario, empeorando una sensación de pesadumbre poco antes de las
elecciones de la semana próxima.
“La crisis ha desencadenado una sensación creciente de culpa, de
pérdida de autoestima y humillación para muchos griegos”, dijo Nikos
Sideris, connotado psicoanalista y autor en Atenas.
“El pueblo griego no quiere ser una carga para nadie y existe esta
sensación cada vez mayor de desamparo. Algunos desarrollan una actitud
de odio hacia sí mismos y eso lleva a la autodestrucción. Eso es lo que
está detrás de la subida en los suicidios y en los intentos de
suicidios. Estamos viendo una categoría completamente nueva: suicidios
políticos”, dijo.
La policía dijo que el catedrático de geología, Nikos Polyvos, que se
ahorcó, estaba angustiado porque una oferta para un puesto de profesor
había sido bloqueada por el congelamiento global en las contrataciones
en el sector público.
Expertos afirman que el incremento en los casos y en los intentos de
suicidio, el uso de medicamentos para la depresión y la necesidad de
ayuda psiquiátrica están generando alarma en el país.
Antes que la crisis capitalista empezara a causar estragos, en 2009,
Grecia tenía una de las tasas de suicidios más bajas del mundo: un 2,8
por ciento por cada 100.000 habitantes. Hubo un aumento de un 40 por
ciento en los suicidios durante el primer semestre del 2010, según el
Ministerio de Salud.
No hay estadísticas confiables para el 2011, pero expertos afirman
que la tasa de suicidios en Grecia probablemente se ha duplicado a cerca
de 5 por 100.000 habitantes.
[F] librered.net/
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