Mientras los gobiernos se deciden
a establecer una normativa que esté realmente del lado de la salud y
las compañías telefónicas reconozcan los peligros de estas tecnologías
hay mucho que podemos hacer para prevenir los efectos no deseados de
esta nueva contaminación invisible.
Vivimos en un mundo cada vez mas inalámbrico. Los últimos diez
años han supuesto la expansión mundial de la comunicación sin hilos,
llevando la tecnología móvil hasta los últimos rincones del planeta. De
hecho, en países en vías de desarrollo, dónde hasta ahora era impensable
la instalación de la comunicación por cable,
ahora todo el mundo dispone de teléfono móvil, pues es una tecnología
mucho mas barata y fácil de implantar. Los estudios hablan de 10.000
millones de teléfonos móviles en el mundo para el año 2016.
Pero hay mucho mas: el Wifi en ordenadores y routers, el Wimax vagando por el aire en pueblos y ciudades, el Bluetooth en cientos de dispositivos, el DECT
de los teléfonos inalámbricos de casa, el monitor escucha-bebés…
Vivimos en una verdadera sopa de campos electromagnéticos que ha crecido
exponencialmente en pocos años.
Y deberíamos preguntarnos… ¿es segura esta tecnología?
Pues bien, a día de hoy aún no se ha conseguido demostrar que lo sea,
mas bien al contrario: todos los informes, tanto los independientes, en
mayor medida, como los financiados por las compañías, en menor medida,
han encontrado efectos sobre la salud, con consecuencias que van desde un simple dolor de cabeza hasta cáncer de cerebro o leucemia. En el año 2011 la Organización Mundial de la Salud clasificó los Campos Electromagnéticos de Radiofrecuencia como “posiblemente cancerígenos”.
Mientras los gobiernos se deciden a establecer una normativa que esté
realmente del lado de la salud y las compañías telefónicas reconozcan
los peligros de estas tecnologías hay mucho que podemos hacer para prevenir los efectos no deseados de esta nueva contaminación invisible. Estos son los puntos que deberíamos tener en cuenta para una buena higiene electromagnética:
TELÉFONO MÓVIL
Se utiliza normalmente pegado a la parte mas delicada de nuestro
cuerpo: el cerebro. Los estudios hablan de un aumento en la
permeabilidad de la barrera hematoencefálica, que protege nuestro
cerebro de toxinas, y una disminución en la producción de melatonina,
uno de los mas potentes anticancerígenos que produce el cuerpo,
afectando así al sistema inmunitario.
Las precauciones que debemos tener al usar un teléfono móvil son:
- No deben usarlo los niños ni las mujeres embarazadas. Los niños y los bebés son los mas sensibles a la radiación debido a la alta permeabilidad de sus cerebros.
- Usarlo solo lo estrictamente necesario. Siempre que podamos enviar un SMS en lugar de realizar llamadas.
- Cuando lo usemos para conversaciones alejarlo lo mas posible de la cabeza, bien mediante la función de manos libres o bien mediante dispositivos de auriculares. Estos deben ser sistemas de tubo de aire, que no introduzcan elementos metálicos dentro del canal auditivo, o bien los sistemas auriculares tipo retro, que imitan al teléfono clásico.
- Procurar no llevar el teléfono pegado a las zonas mas sensibles del cuerpo, como son el corazón o los genitales. Pues el móvil, en función de los modelos, sigue emitiendo radiación cada cierto tiempo aunque no lo estemos usando.
- No utilizarlo en zonas de baja cobertura, como pueden ser edificios muy cerrados, ascensores, coches, etc. El dispositivo aumentará su potencia para intentar mejorar la conexión. Además dentro de espacios metálicos, como vehículos o ascensores, las ondas rebotan y no salen al exterior, multiplicando así la radiación que recibimos.
- No usarlo en trenes o vehículos de alta velocidad, pues aparte de lo explicado anteriormente, el móvil necesitará buscar permanentemente estaciones base a las que conectarse cada pocos segundos, intensificando así su potencia.
TELEFONOS INALÁMBRICOS, WIFI, WIMAX, BLUETOOTH Y DISPOSITIVOS ESCUCHA-BEBÉS
Muchas veces, la mayor contaminación que recibimos desde el interior de las viviendas proviene de los teléfonos inalámbricos con tecnología DECT
(que incorporan prácticamente todos los del mercado). Irradian una
señal de microondas como la que utiliza la tecnología móvil pero emitida
durante 24 horas y con mucha mas potencia, dado que estos aparatos
siguen emitiendo aun cuando no usamos el teléfono, resultando así mas
perjudicial que la recibida por las antenas o por el propio teléfono
móvil.
La solución ideal sería volver a la tecnología de cable de toda la
vida. Si no es posible existen en el mercado modelos denominados ECO DECT, que supuestamente emiten radiación solo cuando se usan y con menor
potencia. El problema es que muchos de ellos no vienen configurados por
defecto y otros no cumplen todo lo que prometen. Habría que asegurarse
del modelo que compramos, configurarlo correctamente en su caso, o bien
realizar una medición para ver la realidad de las emisiones del
dispositivo.
También deberíamos comprobar que el vecino de al lado no nos está
irradiando constantemente, al menos en las zonas de alta permanencia,
como el dormitorio o el lugar de trabajo, para ello deberíamos contar
con la ayuda de un profesional para hacer una medición y estudiar las
posibles soluciones.
Wifi, Wimax y Bluetooth son sistemas de comunicación
inalámbrica que emiten una radiación de menor potencia que la de los
teléfonos inalámbricos, pero que también funcionan permanentemente,
emitiendo radiación día y noche.
La solución pasaría por conectarlos solo cuando los necesitemos. Lo ideal es la comunicación por cable,
mucho más rápida y mas segura. Para llevar internet a cualquier punto
de la casa o de la oficina existen unos sistemas llamados PLC, que
utilizan la instalación eléctrica, convirtiendo así cualquier enchufe en
una conexión de red. Este sistema tiene por contrapartida que transmite
un campo eléctrico elevado al aparato que conectemos, que hay que
resolver mediante una buena conexión a toma de tierra.
Los dispositivos escucha-bebés utilizan una
tecnología similar a la de los teléfono DECT, los mas sofisticados, con
transmisión de vídeo, incluyen además Wifi. Normalmente se sitúa muy
próxima al bebé y emiten una potente radiación.
La solución mas recomendable en este caso sería no utilizarlos. Si
aún así nos decidimos a hacerlo hay que considerar alejarlo lo mas
posible de la cuna del bebé y tener en cuenta que cuanto mas tiempo se
use mas perjudicial será para el niño, pues sus efectos son
acumulativos. También existen en el mercado alternativas que funcionan
libres de emisiones, utilizando la red eléctrica como medio de
comunicación.
TORRES DE ANTENAS
Normalmente las potencias que se reciben de las antenas son mas bajas
que las producidas por el propio teléfono móvil ya que la distancia es
un factor crucial en la radiación recibida, el problema viene del tiempo
que estamos expuestos, pues estas emiten 24 horas al día durante todo
el año.
Debemos ser conscientes de que
los campos de alta frecuencia que producen las antenas atraviesan casi
todo tipo de materiales, de forma que aunque no veamos las antenas
directamente por las ventanas, su radiación puede afectarnos a través de
los muros y forjados de los edificios.
Si vivimos en las proximidades de torres de antenas de telefonía
móvil deberíamos contar con la ayuda de un profesional para que
realizase una valoración de la contaminación electromagnética y en
función de los resultados establecer las medidas de protección
necesarias. Estos sistemas normalmente se basan en pinturas especiales y
elementos apantallantes.
Juan Llorente
Arquitecto y Especialista en Salud Geoambiental
Arquitecto y Especialista en Salud Geoambiental
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