La glándula pineal, cuerpo pineal o epífisis es un órgano que
sincroniza la liberación de cierta hormona con las fases de
luz-oscuridad.
Es así considerado un transductor neuroendocrino y un
«reloj biológico». En 1958, un equipo de la Universidad de Yale,
liderado por Aaron B. Lerner, descubrió que la glándula libera la
hormona melatonina. Es una pequeña formación ovoidea, aplanada, que
descansa sobre la lámina cuadrigémina formando parte del techo del
diencéfalo.
La epífisis o pineal es en algunas especies sensible a la luz pero
está en todas relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y
sueño. En los humanos adultos mide unos 5 mm. a 10 mm. de diámetro y
pesa aprox. 150 miligramos. Con la disminución de la luz, la glándula
pineal produce melatonina, hormona inductora del sueño y lo hace a
partir de la serotonina. En consecuencia está relacionada con la
regulación de los ciclos de vigilia y sueño (ritmos circadianos). La
presentación farmacéutica de la melatonina puede servir para
contrarrestar los efectos del síndrome de diferencia de zonas horarias
(jet lag).
Es también un poderoso antioxidante; y se ha comprobado que participa
en la apoptosis de células cancerosas en el timo. Pero también está
comprobado que altas dosis de esta hormona tienen un efecto cancerígeno.
Controla el inicio de la pubertad. La producción de esta hormona
disminuye con la edad.
En 1917 se observó in vitro que extractos de glándula pineal producía
un aclaramiento en la piel de sapo. A finales de los 50, Lerner y
colaboradores aislaron la hormona pineal que producía este efecto a
partir de pinealocitos bovinos y describieron su estructura química: -metoxi-N-acetiltriptamina (melatonina).
Si bien durante mucho tiempo se consideró que la melatonina era de
origen exclusivamente cerebral, se ha demostrado la biosíntesis del
metoxindol en otros tejidos como la retina, la glándula harderiana, el
hígado, el intestino, los riñones, las adrenales, el timo, la glándula
tiroides, las células inmunes, el páncreas, los ovarios, el cuerpo
carotídeo, la placenta y el endometrio. Los eventuales tumores en la
pineal pueden resultar asintomáticos o provocar cefalea, incapacidad de
elevar la mirada, diplopia, hidrocefalia, etc.
E incluso cuando se llega a extirpar la glándula pineal, tanto en
niños como en adultos, las consecuencias descartan las vinculaciones
místicas que a veces se le ha dado a la pineal.
Además, se han
realizados observaciones con monjes meditantes mediante dispositivos
como emisores de positrones o electroencefalograma sin que se pueda
remarcar un vínculo entre esos estados y la pineal. Esta presunción
esotérica occidental nunca fue mantenida en oriente.
“Tal como reconoce Rick Strassman, célebre protagonista en
exhaustivos estudios de los efectos de la DMT en humanos, la glándula
pineal no sería más que el sexto chakra o Ajna, Ajna del que habla la
tradición védica, la ventana de Berrea del que se nombra en el
hinduismo, el ojo celestial del cual hablan los antiguos chinos, el
palacio Niwan que los taoístas conocen o el “asiento del alma” que
Descartes exponía”.
¿ANUNNAKIS TRATANDO DE METER LA PIÑA EN LA CABEZA DEL SER HUMANO?. EN EL CENTRO EL ARBOL DE LA VIDA REPRESENTADA CON UN PINO |
TEMPLO DE ANKOR WAT |
LA PIÑA EN EL VATICANO, EL PAPA TIENE UN CONO DE PIÑO EN EL CRUCIFIJO, SIMILAR A LA PIÑA DEL ANUNNAKI Y DEL CHAMAN MAYA. |
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